
Al entrar en la iglesia, María
Santísima de la Luz recibió el emocionado aplauso de los chinatos y chinatas
que ya la esperaban allí, y quedó ubicada en su habitual lugar en el templo,
adornado este año por un hermosísimo dosel donado en su totalidad por los
señores mayordomos de la fiesta, Fructuoso y Margarita, y que los presentes en
esa primera celebración de la Novena pudieron pasar a observar más de cerca al
finalizar la misma, antes de que fuese colocado en su posición tras la Imagen
de Nuestra Señora. Esta primera celebración de la Novena fue celebrada por el
párroco de la localidad, D. Santos.
Ya el domingo, día en el que ya
permanecieron todo el día abiertas las puertas de la iglesia y se notó el
trasiego de fieles visitando a su Madre de la Luz, D. Felipe, sacerdote Chinato
que ejerce su ministerio en Plasencia, ofició la segunda de las Novenas en
honor a la Patrona, tras la que tuvo lugar el ya tradicional concierto de las
tres agrupaciones de música coral de Malpartida: la Coral Polifónica Municipal
Julio Terrón, el Coro Parroquial y la Coral de la Cofradía del Santo Sepulcro y
Flagelación del Señor, que mostraron el altísimo nivel musical que late en
Malpartida.


El miércoles, ecuador de la
semana, es el día dedicado a los mayores de nuestra comunidad, a los cuales se
dirigió de nuevo D. Felipe. Anteriormente, por la tarde, D. Santos llevó a cabo
la Celebración Comunitaria de la Santa Unción, acto de gran profundidad y
calado, que llena de emoción a muchos de los presentes, algunos de los cuales
este es al único acto que pueden asistir durante la semana debido a los
achaques que ya les atacan a su edad.
D. José Antonio, sacerdote
natural de Serradilla y párroco de Carcaboso, dirigió su homilía en la jornada
del jueves a los enfermos de la parroquia, muchos de los cuales se encontraban
presentes a pesar de su enfermedad. A los que no pudieron estar presentes por
sus limitaciones físicas, D. Santos les administró la Sagrada Comunión en sus
domicilios a lo largo del día.
Vísperas ya del fin de semana
grande de Malpartida, fue a los jóvenes a los que se dedicó la séptima Novena
en honor a María, celebración preparada por los grupos de preparación a la
Confirmación y que ofició un viejo conocido de la parroquia de San Juan
Bautista, D. José Luis, ya que vivió en Malpartida su preparación a la vida
sacerdotal.

El pueblo bullía de gente durante
todo el día puesto que siempre se nota, y mucho, la presencia de todos esos
chinatos que viven fuera del pueblo y que vienen a compartir y a disfrutar las
fiestas de la Luz junto a sus familiares y amigos. A ellos, a nuestros
emigrantes, se dedica siempre la penúltima de las novenas, oficiada este año
por D. Juan Luis, sacerdote hijo del pueblo, y que es probablemente la más
emocionante de todas, pues está llena de recuerdos y nostalgias, que se sienten
aún más al escuchar al coro parroquial entonar las canciones de la misa
extremeña. Este año la Novena del sábado también ha servido para conmemorar el
vigésimo aniversario de la creación del ya mencionado coro parroquial, por lo
que sus componentes fueron quienes prepararon la celebración, bailando incluso
una jota como ofrenda a la Virgen. Al final de la misa, D. Santos entregó a Dª
Rosi, María José y Mario, directores del coro, unas placas en reconocimiento a
su labor al frente del mismo. Al terminar todos los actos referidos, se realizó
el también ya tradicional besamanto a la imagen de Ntra. Sra. de la Luz, instante en el que la imagen de la Virgen es bajada de su trono para que todo aquel que lo desee pueda honrarla a una distancia física muy pequeña, produciéndose realmente momentos de gran emoción.
En el pueblo, ya por la noche,
fue una noche de fiesta en la que todo el mundo que quiso pudo disfrutar de una
estupenda verbena hasta bien entrada la noche.
Y, finalmente, y de nuevo con una
estupenda climatología al igual que el sábado anterior, llegó el domingo, día
grande de Malpartida, Día de la Fiesta de Nuestra Señora de la Luz. A las once
y media de la mañana, D. Santos ofició la Santa Misa, a la que acudieron
numerosas autoridades invitadas y representantes de todas las asociaciones y
estamentos del pueblo, y que fue amenizada por las canciones de la Coral Julio
Terrón.
Tras la celebración, se ofreció
el tradicional y muy esperado convite a todo el pueblo en la Plaza Mayor, en el
que los asistentes dieron buena cuenta de los dulces típicos y el vino donados
por los Señores Mayordomos de la fiesta y por la Asociación Ntra. Sra. de la
Luz. Al terminar, la charanga recorrió la mayoría de los bares del pueblo donde
había un es tupendo ambiente de cañas y muchas familias y amigos reunidos disfrutando
del día de fiesta.
A las cinco y media de la tarde,
de nuevo los chinatos acudieron al templo parroquial a rezar la última de las
Novenas y a despedir por este año a la Virgen de la Luz, acompañándola camino
de su habitual morada. Con mucho entusiasmo y ritmo partió la comitiva hacia la
ermita, donde se realizaría al llegar la subasta de dulces y regalos donados
por diferentes personas y empresas, así como de los brazos para meter a la
Virgen en el interior de la ermita y del derecho a subir a Su Imagen al trono
desde el que reina todo el año.
De una altísima emoción
resultaron los momentos ya en el interior de la ermita, rezando las últimas
Salves y cantando sus himnos y, sobre todo, el momento en que se abren las
puertas del camarín y la imagen de María de la Luz aparece ante todos los
presentes. Inmediatamente después, los mayordomos que han sido hacen entrega
del bastón que acredita dicho cargo al que será en el año siguiente, que en
esta ocasión no es otro que José Daniel Gómez Morán, que es a la vez presidente
de la Asociación Ntra. Sra. de la Luz. Para terminar el acto, la Asociación
hizo entrega de una placa conmemorativa a los que han sido mayordomos desde que
los actuales miembros de la misma están ejerciendo su labor.
Y así terminó la semana de la
Fiestas de la Luz, una semana llena de momentos emocionantes, y en la que los
miembros de la Asociación hemos dado todo lo mejor de nosotros y trabajado todo
lo que hemos podido o sabido en favor de la Virgen de la Luz, su culto y su
fiesta. Esperamos que los fallos que seguro hemos cometido sean disculpados y
que cada año mejoremos en nuestra tarea con la ayuda y guía de Nuestra Madre
Santísima.